Una llave abre puertas, verjas, cajas fuertes, misterios, enigmas, rompecabezas, candados, esposas e incluso corazones.
En la actualidad, todos necesitamos protegernos para poder sentirnos seguros, y por eso ponemos cada día una cerradura que esconde nuestra verdadera identidad para poder disfrazar nuestros miedos, y de este modo, nadie pueda acceder a nuestro más querido tesoro: nuestra alma.
Hay candados de todos los tamaños y formas y los hay tan complicados, que ni el más espabilado de los ladrones es capaz de abrir. Pero por eso hay también todo tipo de llaves, y todas ellas nos ayudarán a abrir cada una de las diferentes puertecitas de cielo que constituyen la humanidad.
Como cada persona es única e irrepetible debemos buscar la llave correcta. A veces hay llaves que pueden encajar, pero si no es la auténtica no podremos abrir ese compartimento interior que guardamos con tanta ansia.
Una vez hemos dado con la llave correcta podremos entrar dentro de mundos inimaginables, impregnados de la belleza más radiante, y con los que podremos llegar a la comprensión más clara de su portador. Como estos mundos son tan codiciados no dejamos entrar a casi nadie, sólo a aquellas personas, las cuales, la confianza es su principal valor.
Yo en este blog os doy la llave de mi interior. A todos aquellos que estéis interesados os mostraré todo aquello que conforma mi mundo.
Besos de puertas abiertas, sin cadenas ni verjas donde todos estáis invitados!!!
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4 comentarios:
xo siempre hay alguien q llama a la puerta con una sonrisa y cuando le abres te borra la tuya.
gracias x abrir...y x no pedir llave:)
A veces puede pasar, pero siempre serás tu la que decides abrirle o no. Puedes antes mirar por la mirilla...:-)
Gracias....
:-)
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